lunes, junio 23

A TIROS CON AUGUSTO CÉSPEDES

Hubo un tiempo en que los varoncitos saldaban el honor mancillado a punta de balazos. Muchos de estos duelos quedaron documentados en la prensa nacional, como el duelo entre Hernán Siles Zuazo y Jorge Henrich. Otros han sido recuperados en distintas biografías de personalidades bolivianas. Mariano Baptista Gumucio narra uno de esos encuentros que tuvo como protagonista a uno de los escritores más importantes que ha tenido Bolivia: Augusto Céspedes. Claro, a los 23 años la fama de este cochabambino en las letras recién se comenzaba a forjar. Corría 1927 y el flamante egresado en Derecho tuvo su primer encuentro con la muerte. Cosas del destino, años después Céspedes volvería a enfrentarse a tiros con el mismo personaje. 
En el libro "Evocación de Augusto Céspedes", el escritor Baptista Gumucio recupera el duelo que el autor de "El dictador suicida" tuvo cuando ejercía de director del periódico El Comercio. Su contrincante era Joaquín Espada, director del diario El Republicano. Ambos se encontraban en Cochabamba y según relata Baptista Gumucio el enfrentamiento entre ambos se dio tras "una polémica en el partido Republicano, en el que Augusto representaba a los jóvenes frente a Luis Calvo y Espada".

Baptista Gumucio transcribe dos cartas de esa época. La primera dirigida a su madre: 

"Mamita: Te dirijo estas líneas para decirte qué, dentro de unos momentos, he de batirme. Perdóname si llega a sucederme algo y ten en cuenta que mi actitud responde al deseo de mantener siempre firme mi prestigio de caballero, prestigio que va unido al tuyo y al de las chicas. Te beso con toda mi alma y a Yola, Agar y Aida. Son ustedes todo mi amor. tu Augusto".

La segunda está dirigida a uno de sus amigos, como evidencia el cambio de tono:

"Enrique: En este momento voy a ir a balearme con un idiota, representativo del disidentismo. Esta actitud es la culminación consiguiente a la campaña que he emprendido desde que estoy aquí. Si llegase a ser fregado por el analfabeto de mi contendor, te dejo el encargo de cuidad que el partido nuevo y el Presidente Siles, por quienes he llegado a esta situación, se acuerden que tengo familia, a la cual están obligados a ayudar. Hasta luego. Augusto Céspedes".

Relata Baptista Gumucio: "No era broma y aunque el duelo para entonces había perdido la seriedad de otros tiempos, este se hizo con todas las reglas, testigos y médico y dentro de la más absoluta reserva para evitar la intervención policial. En un terreno apropiadamente situado cerca al Cementerio, los duelistas intercambiaron disparos a 30 y 25 pasos, mirándose de frente. Como no dieron en el blanco, se hizo el acta respectiva pero nunca más hubo amistad entre ambos".

En el blog de Ramón Rocha Monroy, Cronista de Cochabamba, se relata otro encuentro entre Céspedes y Espada, muchos años después. 

Céspedes "disparó (a Espada) a quemarropa en el periódico “La Calle” cuando su víctima era ministro de Hacienda de Peñaranda, debido al reclamo que él hizo por un pie de foto, placa en la cual el ilustre señor aparecía con las manos en los bolsillos. El pie de foto decía: “Observe el lector que es la primera vez que el Ministro tienen las manos metidas en sus propios bolsillos”. Similar intercambio de disparos tuvo con Jorge Canedo Reyes, director de “Última Hora”. 




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